martes, 24 de agosto de 2010


Ayer, tras publicar el post de la expulsión de los gitanos rumanos en Francia, un amigo mío que sigue el blog, me llamó para darme su punto de vista.

Ha estado un tiempo residiendo en Francia y, aún sin compartir la postura de Sarkozy, me presentó una realidad diferente a la que yo creía.

Me habló de auténticas mafias del crimen. De grupos organizados que se dedicaban a robar, a explotar sexualmente a mujeres (y niñas) y a inducir a menores a la mendicidad y a la venta de estupefaccientes.

Me dijo que los gitanos rumanos poco o nada tienen que ver con los que conocemos aquí.

Me dijo que los gitanos que viven aqui muchas veces se dedican a vender drogas, probablemente porque es la "alternativa laboral" que les deja nuestra sociedad. Porque, de nuevo surge el debate: ¿Son ellos que no quieren integrarse o somos nosotros que le cerramos las puertas?

Lo cierto es que desconozco tan profundamente el tema. He trabajado con colectivos de etnia gitana y, al igual que acontece con nuestra etnia, "hay de todo".

En cualquier caso, soy de la opinión de que "en el medio está la virtud" y, seguro que ni uno es tan malo ni los otros tan buenos, pero las soluciones radicales como las que ha adoptado el gobierno Sarkozy, siguen sin convencerme, pues desprenden un tufo neofascista que tira para atrás. ¿Qué será lo próximo?, ¿Los negros?, ¿Los judíos?, ¿Los musulmanes?.

Si la legislación francesa contempla la repatriación de los "sin papeles", ¿Por qué no se hizo antes? o por qué no se hace de un modo más digno?. Las imagenes del "éxodo rumano" fueron muy fuertes. Se trata indiscriminadamente al delincuente y al que lucha por integrarse. El único delito es pertenecer a una etnia concreta.

Mi novio es senegalés y recuerda la historia de su pueblo. Conolizados por Francia, obligados a acompañarles en guerras a cambio de una independencia que tardaron años en lograr. Convertidos en esclavos, separados a la fuerza de sus familias, de sus costumbres, explotados.

Tenemos una memoria muy frágil que en seguida olvida lo que hicimos los europeos con continentes enteros como el africano (y el americano, y el indio, etc...). Nos repartimos el pastel, "este país para tí, este para mi". Nos trajimos a "los mejores ejemplares", como si de caballos de carreras se tratase.

Cuando precisamos "mano de obra barata" no nos importó si esa mano de obra tenía o no papeles (pagamos infra sueldos e hiicimos trabajar a tres personas por el contrato de una)

Y ahora que las cosas se tuercen (que se tuercen para los de siempre, porque los de arriba dudo mucho que conozcan el significado de la palabra "crisis"), echamos la culpa al más debil, al que se encuentra más desprotegido, fuera del paraguas de la "sociedad del bienestar".

En fin, no sé cómo terminará esto, pero cuando una persona no es un "negro" sino tu pareja no es "una gitana" sino "Isabel". Cuando ecuchas lo que tienen que contarte, cuando conoces sus preocupaciones, su historia, a sus familias, cambia mucho la perspectiva.

2 comentarios:

  1. Hola guapa me ha gustado mucho mucho este post, lo de que hay mafias ahí metidas que además utilizan menores personalmente ya lo sabía pero no creo en absoluto que la solución sea la deportación masiva, y además como muy bien dices ahí de una manera tan indigna, si hay mafias que persigan a las mafias y expulsen a las mafias pero vamos no me creo yo que tooodos los gitanos rumanos sean mafiosos, están presuponiendo que sí y las presunciones son muy peligrosas, como te decía ayer, eso mismo presupusieron en Alemania hace 70 años, que tooodos los judíos eran ladrones.
    Tú imagínate que ahora coge un gitano deportado, pierde la cabeza y se lia a tiros con un policía por poner un ejemplo, imagínate la reacción de los no gitanos, imaginemos la espiral de violencia que puede salir de ahí, no sé tía, a mí no me gustaría tener una mafia al lado de casa por supuesto, y querría que las expulsaran seguro, pero y los que no son mafiosos? los trabajadores, los padres de familia? me niego a presuponer que todos son mafias.
    Chiqui qué rollo te he metido.
    Así que tu novio es senegalés, yo siento simpatía por la gente de color, supongo que a un negro no le haría un pijo de gracia escuchar que me resulta simpático sólo porque es negro pero es que no lo puedo evitar, vienen de la miseria a un país donde no tengo muy claro que vayan a ser felices, siempre habrá algún racista gilipollas, un beso Ana :*

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  2. De rollo nada, me ha encantado!!
    A mi tambien me asustan las "presuposiciones", y las generalizaciones. Me parece propio de personas estrechas de mira, a las que simplificar el mundo en afirmaciones categóricas (todos los gitanos roban, todos los negros bailan bien, etc...) les ayuda a elaborar esquemas mentales rígidos.
    En psicología se estudia que esa es una característica del pensamiento infantil. Lo malo es que muchos adultos lo conservan.
    En cuanto a lo de la gente de color que viene aqui, el otro dia, mi novio me decía que después de cinco años aqui, la idealización europea se le empezaba a caer. Allí no pasan hambre ni grandes apuros económicos, como la gente cree. Vienen a mejorar, detrás de una quimera (igual que los españoles que deciden emigrar,buscando algo mejor) pero en cuanto llevan un tiempo aqui, ven que esto tampoco es jauja.
    Ven a la gente de aquí más sola, menos solidaria unos con los otros, más egoístas.
    No entienden porque teniendo todo, la gente se deprima. O que tengan que emborracharse para divertirse.
    Mira, he conocido a varios senegaleses, he tenido la suerte de conocer al sin papeles que vende CDs en la calle y es la persona más noble que puedas conocer y que te regala siempre que te ve mal una sonrisa y al aprovechado, al falso que se cree más listo que nadie. Lo dicho, "hay de todo", pero siguen conservando un sentimiento comunitario que aqui hace tiempo que perdimos en pos de un individualismo y unos "espacios personales privados", que ya no estoy segura de que sean la mejor opción... Intimidad, sí, pero tambien soledad.

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