viernes, 17 de diciembre de 2010


"Al cabo de un tiempo, empecé a considerar esa verdadera obsesión de ver películas como una forma de automedicación, un remedio homeopático para anestesiarse contra la necesidad de pensar en su futuro. No es lo mismo evadirse en una película que en un libro. Los libros obligan a dar algo a cambio, a utilizar la inteligencia y la imaginación, mientras que una película puede verse (e incluso disfrutarse)en un estado de irreflexiva pasividad".

Auster. "Un hombre en la oscuridad".

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