Hoy he abierto el armario donde guardo la ropa de verano con la intención de buscar alguna prenda que me ayudase a sofocar esta ola de calor africano que estamos padeciendo y he sentido vergüenza de mi misma.
Vergüenza de la ingente cantidad de ropa que se desborda por perchas y estanterías y que incluso provoca que las puertas se cierren con cierta dificultad.
Corren tiempos difíciles para la economía, quien más quien menos sentimos la crisis y contemplar de repente el tremendo derroche económico que he venido haciendo estos últimos años provocan que me sonroje.
Corren tiempos difíciles para la economía, quien más quien menos sentimos la crisis y contemplar de repente el tremendo derroche económico que he venido haciendo estos últimos años provocan que me sonroje.
Resuenan en mi cabeza las palabras de mi abuela, que narra a menudo como "cuando ella era joven, solo tenía un par de vestidos. Uno para diario y otro para los dias de fiesta".
Y yo con "armario de verano"...
Y lo que aún es peor: "sin nada que ponerme".
hola guapa a mí me pasa al revés, tengo lo justo, tuve mis años como todo el mundo, cuando era más joven que estaba todo el día de tiendas, sin embargo hace años que tomé conciencia del mundo en el que vivimos y no me gasto un euro de más en lo que para mí son tonterías, mi armario cabe en una maleta y es fenomenal un besín!!
ResponderEliminarQué razón tienes Vir! He de decir que yo tengo ropa desde hace muuuuchos años (que me gusta y de la que me da pena deshacerme)y que ocupa sitio, pero desde luego este año paso de comprarme ni una mísera camiseta. Al final,siempre acabamos poniendonos lo mismo!
ResponderEliminarY en la vida, como en los viajes, mejor ligeras de equipaje, no?