Llevo varias noches acostándome con preocupación.
Cada noche igual. Como un reloj.
Estoy tranquila, me meto en cama y cuando empiezo a dormirme, cuando el nivel de conciencia desciende y aparco el super yo en la mesilla (mis reglas, mis "deberían ser", mis ocupaciones mundanas), un pinchazo enorme sobreviene a mi sien.
Algo no anda bien. Y no se lo que es.
Antes, cuando algo así me sucedía (porque desde siempre, los momentos "de revelación" me acotecen de noche), normalmente lo resolvía con una actuación impulsiva, irracional y en ocasiones arriesgada: yendome a la selva ecuatoriana o haciendo un viaje en solitario a ibiza en primavera. Lo que fuese, pero que provocase un cambio. Que desordenase mi cabeza, que agitase los pensamientos que la atormentaban y se descolocase todo. Para volver a organizarlo de un modo mejor.
Pero ahora siento que debo aquietar mis vísceras. Que debo sentarme a charlar conmigo misma en calma. Apagando todos los "ruídos", tanto los que vienen de fuera como los que yo misma me provoco. Y que impiden que escuche con claridad.
¿Qué es lo que te sucede, Ana?, ¿que no anda bien?. Y lo más importante: ¿qué es lo que realmente quieres?.
Voy a tratar de hacerlo sosegadamente. Tomandome mi tiempo. Y escuchándome atentamente. Sin ruídos.
Qué curioso, yo sueño con agua cuando algo no va bien, pero no me ahogo ni nada, simplemente sueño con agua y no sabría decir si es un sueño en color o blanco y negro, el caso es que desde ahce años cuando tengo esos sueños pasa algo, y no es bueno, qué cosas verdad? un besín :*
ResponderEliminarYo no recuerdo soñar nada concreto, pero en el momento en que empiezo a quedarme dormida... bullen mogollón de pensamientos por mi cabeza y tengo momentos de "lucidez" que después apenas recuerdo. El otro día estuve a punto de levantarme y empezar a escribir, pero apenas lograba mantener los ojos abiertos.
ResponderEliminarTengo un amigo que lleva años metido en un grupo zen y que va a intentar que aprenda a "meditar", a acallar la mente de preocupaciones, de ocupaciones diarias, etc... y vea qué es lo que sale de ahí, qué es lo que me preocupa y qué es lo que quiero. Dicen que logras verlo con una claridad asombrosa y luego... poner los medios adecuados.
A ver si lo consigo... (aunque con lo locarra que soy, igual acabo escapándome a un monasterio en el tibet jajajaja).
Un besazo guapa!! Y gracias por tener siempre un ratito para dejarme un comentario. Me hace muchíiisima ilusión, de verdad.
Ahora que hablas de la cultura zen yo tengo un jardincillo que se supone que es relajante darle con el rastrillo a la arena pero pff a mí no me hace nada tía, a mí me gustaría practicar algo de eso, seguro que uno acaba comprendiendo cosas o viendo más allá de los cinco sentidos pero donde yo vivo no me suena que alla, aunque de todas formas no tendría tiempo.
ResponderEliminarUn monasterio en el Tibet! No me importaría perderme ahí, todo lo que sea viajar y conocer sitios nuevos bienvenido sea verdad un besoo
Creo que hay grupos zen por toda España, por lo que me cuenta Ata.
ResponderEliminarYo, si logro parecerme mínimamente a él, mis esfuerzos habrán valido la pena, porque es de las mejores personas que conozco y más estables (aunque él insista en quitarse méritos). Claro que, lo conozco desde hace 20 años!! y ya entonces practicaba zen.
Lo del jardincillo a mi también acaba poniendome de los nervios, con el dichoso rastro liliputiense!!
Yo alguna vez me senté con él a intentar "acallar la mente", pero era sentarme en silencio y, o bien darme un ataque de risa bestial o bien acordarme de todas las chorradas que tenia pendientes y que habia dejado de lado por estar allí sentada: que si la lavadora, que si tenia que estudiar, que si me iba a cerrar el super... (soy un desastre)
a ver si esta vez lo logro!!