miércoles, 3 de marzo de 2010


El amor es un fruto que madura en todas las estaciones
y que se encuentra al alcance de todas las manos.



El dinero sólo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más.

Hay males que no se pueden curar con dinero, sino sólo con amor.



El futuro no está en nuestras manos. No ejercemos poder sobre él.
Sólo nos queda actuar, aquí y ahora.



Hoy en día el mundo está cabeza abajo y sufre tanto porque hay muy poco amor en los hogares y en la vida familiar.



Para que el amor sea verdadero, nos debe costar.

Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos.



Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.



La amargura y el orgullo son hermanos gemelos;

el mal humor y la irritabilidad son sus inseparables acompañantes.



La paz comienza con una sonrisa.



El sufrimiento de unos puede ser provocado por la ambición de otros.


Teresa de Calcuta (1910-1997)

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