jueves, 10 de diciembre de 2009


Para muchos la “piedra de la verdad”, la turmalina negra es considerada por los expertos como la gema con mayor variedad de elementos y propiedades eléctricas, lo que la transforma en el mejor escudo de defensa contra las energías negativas.

También es muy utilizada en meditación, para favorecer cambios hacia niveles de conciencia más elevados, expandiendo el entendimiento y permitiendo la evolución interior.

En este punto, los gemoterapeutas practican sesiones de meditación que incluyen sostener una turmalina negra entre las manos frente al corazón o la frente durante el lapso de un minuto. Sin embargo, su accionar se potenciaría con el tiempo, por eso es llamada la “piedra de la verdad”, como un elemento que nos aclara las cosas con el correr de los días y las horas.

De acuerdo a los cultores de estas meditaciones, es posible a través de ellas aumentar la intuición y conectar los cuerpos físico, mental y emocional. Ante esto, se la emplea en casos de depresiones y neurosis.

Como neutralizadora de energías ambientales, en gemoterapia se aconseja la colocación de una turmalina negra en todos los ambientes donde se pasa la mayor parte del día. Desde lo físico, y siempre en el terreno de la gemoterapia, la turmalina negra actuaría positivamente sobre piel, huesos, ligamentos, cartílagos y articulaciones, entre otras aplicaciones.

La Turmalina negra es una piedra con muchas cualidades pero podríamos destacar entre ellas, una de las principales por excelencia: su propiedad de absorber y transmutar energias desarmónicas. Dentro de éstas energias podemos incluir los pensamientos negativos propios y ajenos, los sentimientos de rabia, ira o resentimiento, e incluso los nocivos campos electromagnéticos que desprenden algunos artefactos eléctricos como la TV, el ordenador, etc.

Antes de usar la Turmalina negra es preciso introducirla una noche o dos en un poco de agua con sal, enjuagarla bien con agua clara y exponerla luego al sol por varias horas. Con el tiempo y el uso, realmente es poca la demanda de limpieza de esta piedra, por su propia capacidad de procesar las cargas negativas, pero si notas alguna vez que está muy cargada, repite el procedimiento sugerido anteriormente o bien deposítala sobre una drusa de cuarzo para recargarla.

Prográmala mentalmente para absorber las energias nocivas, y llévala encima de colgante o bien si es un trozo grande, colócala en aquellas áreas que sientas que precisen ser armonizadas a través de la absorción de esta piedra: junto al PC, junto al TV, en zonas de mucho tránsito de personas, sobre la mesa de trabajo, en la mesita de noche, en la entrada de tu hogar, etc.

Cuando sientas malestar de tipo energético (tensión, ansiedad, hiperactividad) o incluso dolor en alguna zona del cuerpo, prueba a colocar en ella una Turmalina negra y sentirás bien pronto cómo la zona es descargada de tensiones, retornando con ello la armonía.

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